Hasta abril de 2024 van 29.593 sanciones, Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU), impuestas por Estados Unidos (EEUU), la Unión Europea (UE) y otros de sus satélites sobre 30 países. Venezuela es el quinto de esos países con más sanciones impuestas (936) desde diciembre de 2014.
Esas sanciones, en concreto se expresan en la prohibición abusiva de negociar la deuda de la República y de Pdvsa en los mercados financieros, la confiscación de activos públicos, sanciones a personas, empresas, buques y aeronaves, recursos financieros congelados o robados, el comercio exterior prácticamente bloqueado, etc.
En verdad es una brutal agresión de EEUU contra nuestra Patria, una perversa política extorsiva de ese imperialismo con la que ha pretendido doblegar a nuestro pueblo.
Estas MCU impuestas por las tres últimas administraciones estadounidenses lesionaron y lesionan gravemente a nuestra economía y le causaron, en consecuencia, enormes daños y sufrimientos a la población venezolana.
Llegó a ser tan inhumano el bloqueo que el viceministro de Políticas Antibloqueo William Castillo Bollé denunció que “… a Venezuela la limitaron y no podíamos acceder a las vacunas del mecanismo Covax e impusieron medidas al Programa de Alimentos CLAP”. ¡A estas monstruosidades llegaron en plena pandemia!
Sin duda que nos tiraron a matar, nos dispararon al corazón, a nuestra industria petrolera, donde provocaron pérdidas por más de 232.000 millones de dólares (se dejaron de producir 3.995 millones de barriles del 2015 al 2022), un crimen gigantesco contra todo un país donde los recursos financieros provenientes del petróleo eran vitales.
Pero el Bravo Pueblo supo resistir heroicamente y ahora ha pasado a la ofensiva victoriosa.
Venezuela avanza con músculo propio como lo asegura el presidente Nicolás Maduro. La economía venezolana crece pese a las amenazas y las sanciones impuestas por EEUU, y hoy por hoy lidera la lista de países de Latinoamérica con mayor impulso en el PIB no petrolero, ya suma 11 trimestres de crecimiento continuo.
El Gobierno Bolivariano exhibe como uno de sus grandes logros el que pueda asegurarle a las familias venezolanas, a través de los CLAP, la distribución del 97 % de alimentos con producción nacional.
Venezuela construye un nuevo modelo económico diversificado, con esfuerzo productivo propio, con el que está venciendo la despiadada agresión del imperialismo estadounidense.
Es una oportunidad histórica para romper definitivamente con las viejas cadenas de la dependencia, y, en esta misma marcha, victoriosa, ir recuperando progresivamente el Estado de bienestar social que logró conquistar con la Revolución Bolivariana.
Por estas razones el presidente Nicolás Maduro le ha dicho a los imperialistas: “… ustedes quieren tener un Presidente débil y manipulable, arrastrado a ustedes… pues yo soy un presidente duro, fuerte”.
¡Con Maduro la Esperanza está en la Calle y vencerá el 28 de julio!
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