Transporte público y seguridad vial en Guacara

Transporte público

“Una ciudad no está adornada por cosas externas,

sino por la virtud de quienes la habitan”

Epicteto

Inspirados en los lemas: “Por una mejor ciudad” y “Guacara Ciudad que inspira”, ya vamos rumbo a 8 años tratando de impulsar políticas dirigidas a materializar dicha noble aspiración. Para Johan Castañeda, alcalde de del municipio Guacara, esto se ha convertido en una inquietud que trasciende lo propagandístico y apuesta a la concreción de una aspiración colectiva.

Tal propósito se ha llevado a cabo en condiciones adversas; a tal punto que, en los primeros cuatro años, producto de la innegable guerra económica, agudizada por el bloqueo y la pandemia, los ingresos solo daban para pagar la nómina y recoger los desechos sólidos o mal llamada basura. Por ahí comenzamos y sin duda lo logramos. Guacara es hoy, una ciudad limpia y en la que el servicio de aseo urbano, funciona muy bien. Así lo afirma la población.

Otras medidas se han direccionado a la recuperación y construcción de espacios públicos como plazas, bulevares, monumentos, iglesias y el ya casi listo parque metropolitano San Agustín; obras que dan una cara más humana a nuestra querida Guacara, apuntando modestamente, al inicio del levantamiento progresivo de una Ciudad Sostenible, entendiendo por tal, las ciudades “que logran la plena realización de los derechos de sus habitantes, incluyendo el acceso a la vivienda, el acceso al agua potable y saneamiento, la seguridad alimentaria, la salud, la educación y la infraestructura resiliente, la movilidad y el derecho al ambiente sano, para el desarrollo humano armonioso y respetuoso con la naturaleza que habita e integra”.

En este sentido, vale referir acciones como el mantenimiento constante y reactivación de pozos, La recuperación y puesta en funcionamiento del quirófano del Hospital Miguel Malpica; El CEI Diego Ibarra y el Taller de Educación Laboral José Felix Ribas, en Ciudad Alianza, ambos en el marco del programa Corazones felices por solo referirme a lo de agua, educación y salud. Pero cuando de ciudades sostenible se trata, la movilidad de la gente constituye un “temazo”, una verdadera Odisea por las implicaciones que la misma conlleva; a saber, la construcción y mantenimiento de la vialidad, los costes que ello implica; el tránsito automotor, el mal llamado transporte público y ahora para agravar más la cosa, el aumento exponencial de la circulación de motos y todo lo nuevo que dicha situación acarrea.

En este contexto, es donde cobra importancia primigenia, la firma del decreto N° 55-2024, mediante el cual el ciudadano alcalde Johan Castañeda, creó el pasado 9 de octubre, la Comisión Municipal del Poder Popular para el Transporte Público en el municipio Guacara del estado Carabobo. Dicha acción implica todo un proceso, un programa dirigido, no solo mejorar dicho servicio en la ciudad, sino a reordenar e implementar un sistema de funcionamiento del servicio en todos sus aspectos y ámbitos. A tal efecto se ha desarrollado durante tres semanas, un proceso de consulta pública en las 161 comunidades guacareñas, arrojando igual número de Comités de Usuarios del Transporte Público.

“El pueblo es sabio y paciente” afirmaba el Cantor del Pueblo venezolano, Alí Primera. La consulta ha permitido acercarnos a esa sabiduría, cuya paciencia en medio de las dificultades, ha sido fundamental para mantener la paz social. Ya tenemos registradas y sistematizadas cientos de ideas, propuestas, quejas, reclamos, recomendaciones y demás orientaciones, dirigidas a mejorar sustancialmente el transporte público y la seguridad vial en Guacara.

¿Por qué no soñar con un servicio donde la condición humana, el respeto al ciudadano, al usuario, esté por encima de la rentabilidad del dueño y la tarifa que debe pagar el conductor de la unidad? ¿Qué debe hacerse al respecto? ¿Qué aspectos deben considerarse en el amplio debate al cual nos ha convocado el burgomaestre? ¿Será posible tener como base de un amplio acuerdo ciudadano, tener conciencia de que, tanto usuarios como operadores de transporte, habitamos en las mismas comunidades y somos gente de una misma clase social? Se trata pues de una iniciativa colaborativa, que apuesta al concurso de todos los guacareños y guacareñas y que como otras impulsadas por el ejecutivo municipal, va a contribuir notablemente a mejorar el tránsito por nuestra noble Guacara.

Volveré en la próxima entrega, sobre este tema. No obstante, quiero asomar, por ahora, algunas consideraciones estructurales que, en mi humilde juicio, es preciso considerar en la urgente reingeniería a la que hemos sido convocados por la autoridad municipal en materia de transporte. 1) Es preciso revisar las rutas, las cuales, en su mayoría, datan de más de 20 y hasta 30 años. 2) Hay que revisar todas las concesiones y, dejar claro que, las misma, deben ser renovadas cada año, a partir de una evaluación del servicio brindado por la línea o asociación de transporte. 3) Establecer reglas claras y bien definidas para la entrega de concesiones de rutas de transporte público, aclarando de forma explícita que, lo realmente público, es la concesión y, por tanto, para mantenerla, se debe respetar al usuario, al ciudadano, que es el dueño de lo público. 4) Definir las nuevas rutas, de acuerdo a la realidad de un municipio que, en tres décadas, ha tenido cambios sustanciales. 5) Considerar, como fue desde el momento en que se fundaron tales asociaciones; que cada unidad de transporte, sea conducida por su dueño. Ello sin duda reduciría notablemente la explotación de los llamados avances (conductores tarifados) y la competencia por lograr la tarifa impuesta. 6) Impulsar con fuerza (tal y como ha anunciado el alcalde) la compra de unidades verdaderamente públicas, es decir, pertenecientes al municipio, que puedan modelar un servicio eficiente y de calidad. 

Sin duda, se abre una oportunidad de oro para reordenar y reimpulsar el transporte público en Guacara y, con ello, seguir transformando la ciudad, haciéndola más vivible y menos sufrible. En las próximas entregas hablaremos de la seguridad vial, las motos y motorizados, el tránsito de compactadoras de desechos sólidos, autobuses, tarifas de rutas urbanas y extraurbanas; camiones y gandolas (transporte de carga) y rutas a zonas alejadas de las arterias y principales anillos viales.

Vale decir finalmente…ya arrancamos; Guacara es y seguirá siendo, Camino de fe y esperanza.

José G. Hernández B.

«El Prof. Cheo”

Fuerza24

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