Viene a nuestra memoria un pequeño y breve libro de Pedro Ortega Díaz (+) sobre la realización del Congreso de Panamá. Augusto, como calificó Bolívar al Congreso de Angostura en sus pautas definitorias de la organización de un buen gobierno que garantizara el máximo de felicidad, sin recurrir al expediente demagógico de nombrar un Ministerio de la Felicidad.
Las lealtades a la República y al Proyecto Continental de la Patria es América rebasa cualquier intento de fragmentación de la integración NuestrAmericana.
La tenaz voluntad de Simón de la Santísima Trinidad de lograr un bloque unitario encontró en los viles nacionalismos patrióticos, así como en el servil entreguismo, las armas para sabotear este proyecto de dimensiones geopolíticas e históricas, acerca de la necesidad de marchar juntos como una gran nación con raíces originarias de las voces de soberanía y ciudadanía propia, de acuerdo a nuestras decisiones.
No hay ciudadanía global, más bien en un proyecto de pensamiento único liberal, fascista e integrador al circuito de acumulación y explotación global del capital financiero y sus intereses militares, hoy en día la globalización ha terminado de legalizar las intervenciones militares y humanitarias a nombre del bien común de la humanidad, globalización para destruir nuestras cultura e identidad cultural y política.
Los faros de una sociedad democrática mundial todavía descansan en las iniciativas rebeldes de los pueblos del Sur, la utopía todavía se mantiene en estas tierras Bolivarianas.
A 198 años del Congreso de Panamá, para nosotros la Patria es América.
Entre luces y Sombras.
Valencia 22 de Abril 2024.
José Ramón Rodríguez.
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