Olvida «la negra» Cristina las penas del espíritu y el cuerpo. Mayo florece y titila el color casi en todo. El verde campo soberbiamente está extendido, los doblados techos de las modestas casas del «Barrio Flores» Av Martín Tovar C/C de Calle Flores, resisten los embates del invierno.
Brotan arroyos inesperados por calles y cerros. Frutas deliciosas se ofrecen en los solares cercanos. Y Cristina humilde mujer entre los humildes de la comunidad «Las Flores» decide vestir la «Cruz de Mayo».
Por las orillas del oscuro «Cabriales’, escogía hojas brillantes y enormes de un «Caucho», «Flor de Mayo» del Samán, hierbas aromáticas :»cilantro , hierbabuena», jazmines y alelíes hurtados de jardínes altaneros, palmas silvestres, las infaltables cayenas y frutillas de «pega». Dos listones desechados por el aserradero cercano y despejando amarguras emprende el rito popular,rural y purificador de vestir la «Cruz de Mayo«.
Con la «Cruz de Mayo»vestida de las manos duras y simultáneamente tiernas de la «Negra Cristina» más erguidos van los árboles del vecino cerro «Copey», atosigado por cada vez más construcciones en sus faldas.
Callada y reclinada en un banco del «Parque Metropolitano» se durmió Cristina. De la Cruz de Mayo todo la luz, su razón y su gozo brotó. La huella mística y fresca todavía en ella que bajo su caricia recia de mujer rebelde la animara con candor silvestre y gracia vegetal.
Douglas Morales Pulido
A Mauren Rengifo.
Fuerza24