A esta altura de la historia, todos deberíamos saber que estamos en guerra, eso lo hemos oído hasta la saciedad. ¿Pero, qué clase de guerra es esta?, no vemos caer bombas desde aviones o lanzadas desde barcos enemigos.
Indiscutiblemente, estamos ante un tipo diferente de guerra distinta, quizás las llamadas guerras de quinta generación, en las cuáles se busca destruir al enemigo, pero dejando intactas sus riquezas para poder apoderarse de ellas con un menor costo.
Eso es indiscutible, el Imperialismo ha aprendido mucho. Ahora las bombas son llamadas “medidas” o “sanciones”, para engañar incautos o tratar de confundirlos.
Es así como vemos caer estas «bombas» en instituciones financieras, tanto nacionales como internacionales, para que no haya créditos ni forma de pagar en especial los alimentos, medicinas y repuestos.
Existen las que caen en automercados, para que no haya alimentos, plantas generadoras de electricidad o de envío de agua para causar estragos en la población sin que sea fácil que se vea la mano de los culpables o se culpe más fácilmente a quienes son más bien las víctimas del ataque.
De esta manera la población termina mentándole la madre a quienes son los únicos a quienes logran ver, a los gobernantes, sean culpables o no.
Este trabajo es facilitado desde dentro por un gran número de agentes infiltrados, (imposible hacer una revolución con un revolucionario puro al lado de cada sátrapa que genera el proceso), que permanecen en la gestión pública.
Y esto es así debido a que la revolución del siglo XXI, por el socialismo, es cualitativamente distinta a toda revolución anterior, las revoluciones anteriores eran las minorías las que terminaban mandando.
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La Revolución Socialista es la primeras donde gobiernan las mayorías, y como dicen, no caen del cielo, nacen en el capitalismo y traen parte de toda la mugre social y contaminación que le es inherente, tanto en valores económicos como inmateriales, por eso es mucho más difícil, y cómo creo decía Marx “quien pretenda ver una Revolución Socialista pura jamás la verá”, o algo así.
Por todo eso es entendible ver a grandes camaradas que le hacen el favor al imperialismo lanzando sus ataque contra el gobierno y los revolucionarios, aunque como he dicho, NO hay en la actual etapa de la historia una revolucionaria o el revolucionario puro.
Las revoluciones y más la Socialista se van haciendo como se puede, o no se hará nada, así medio entendemos, que o se hace así o no se hubiese hecho nada, a pesar de la podredumbre muchos son los que se han beneficiado, o nos rendimos y dejamos que se salgan con la suya el imperialismo y sus lacayos, considero que no es de revolucionarios rendirse, la única lucha que se pierde es la que se abandona.
Pero, ¿de dónde saca el Imperialismo esa táctica de las mal llamadas “sanciones”?. El primer asunto que se plantea antes de una guerra es bajo qué tácticas se combatirá, y se escoge entre las disponibles, las que mayormente garanticen el logro de los objetivos.
En este sentido el imperialismo no se para en comiquita, asesina sin ningún tipo de piedad, ha asesinado millones en el llamado Oriente Medio, hace poner guayas para decapitar, quema personas vivas, usa explosivos, etc., todo eso lo han probado en nuestro país sin que les haya dado gran resultado, y no podía ser de otra manera, para un pueblo que sólo salió con su ejercito de su territorio a llevar libertad, la carga histórica es muy grande, ello explica porqué el 12 de abril de 2002 el pueblo salió con el pecho al aire a pedir la libertad de Chávez.
Este fenómeno lo debe haber estudiado el el imperialismo, y sabe que entrar sería fácil y lo realmente difícil sería salir ileso. Contra otros pueblos seguro usarían otras tácticas.
Por otro lado, sabiendo cual es nuestro fuerte, hemos desarrollado la conciencia popular y cada vez mayores niveles de organización, además se ha entrenado al pueblo, en la constante movilización y hemos desarrollado las alianzas internacionales que nuestros ingentes recursos naturales estratégicos nos han permitido.
Todo ello nos garantiza una resistencia invencible, en estos últimos días han probado apagones continuos y sólo han logrado que el pueblo tenga mayor conciencia de su fuerza, demostrando su imbatibilidad.
Afortunadamente el máximo líder nos dejó clara la táctica cuando señaló que: “vendrán mayores retos y la línea siempre deberá ser Unidad, Lucha, Batalla y Victoria.”
¡Venceremos!
Martha Ortega
felsonyajure@gmail.com
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