Sáb. Abr 27th, 2024

Nuestro hoy en el complejo marco geopolítico

Unidad, significa compartir el combate, los riesgos, el sacrificio, los objetivos, ideas, conceptos, y estrategias, a los que se llega mediante debates y análisis. Unidad significa la lucha común contra los anexionistas, vendepatrias y corruptos, que no tienen nada que ver con un militante revolucionario. A esa Unidad en torno a la idea de la independencia y contra el imperio que avanza sobre los pueblos de América, es a la que me referí siempre.” Fidel Castro 22 de enero de 2009

Nuestro hoy es muy complejo, atravesamos un momento histórico marcado por muchas incertidumbres, con un desarrollo acelerado.

El elemento principal de nuestro hoy lo determina la transición del mundo unipolar al mundo multipolar, somos testigos del surgimiento de lo nuevo y sus consecuencias que nos tiene en una lucha por la sobrevivencia cotidiana.

Lo señalado nos dificulta unir el rompecabezas político, es decir, unir hechos regionales y globales que incidan en lo nacional, hechos que trascurren aceleradamente, y nos indican cambios en las relaciones de poder en las diferentes áreas del quehacer mundial lo económico, financiero, político, y social, cambios que se realizan en un marco de guerra en un mundo globalizado, con un sistema capitalista y una economía de mercado.

Esta transición en el sistema de producción ahora sustentado en la famosas TICS, técnicas de información y comunicación ahora reforzadas con la inteligencia artificial, y la implementación del 6to tecno paradigma, que cambia al mundo, al trabajo, y todo lo hacemos.

Nuestro hoy y el derrumbe del modelo dominante

Nuestro hoy, nos proyecta el derrumbe del modelo político dominante que en su interés de mantearse como modelo global hegemónico, genera conflictos, imposibilitado en dar respuestas a sus viejos problemas internos, ni a los internacionales, mucho menos los que van surgiendo.

Observamos altos niveles de concentración política y económica, un desarrollo acelerado de la acumulación capitalista, élite superpoderosa que destruye la democracia, propietarios de las técnicas de información y comunicación, que implica poseedores de los medios de producción.

Esta élite, se muestra en su carácter reaccionario con el fin de dominar y esclavizar a toda la humanidad, generando la desigualdad en extremos escandalosos. En estre sentido podemos señalar solo un ejemplo: Elon Musk el primer millonario del mundo según la revista Forbes, paga 3% de impuestos; en cambio un trabajador paga 40% de sus ingresos.

¿Fracasó el capitalismo?

Es así como nuestro hoy, nos demuestra que el capitalismo fracasó y esto genera las dificultades que, como pueblo, vivimos a diario. La OTAN como instrumento de fuerza del poder unipolar con el cual chantajean y amenazan a los pueblos, actualmente también está en declive, debilidad visualizada por la derrota y huida de Afganistán, por el fracaso de los golpes de Estado en Kirguistán en el 2020 y en Kazajistán en el 2022, y por la inminente derrota en Ucrania aumentada con su complicidad en el genocidio de Gaza, la OTAN proyecta su incapacidad de dominar según sus intereses.

El moribundo sistema unipolar, que en su crisis de poder, también ve debilitar su principal arma financiera, el dólar, pero mantiene su poder hoy, reducido, por poseer la estructura supranacional de dominación: ONU OMC OMS BM FMI OEA el sistema Swich, y por poseer el dominio mediático y cultural.

En nuestro hoy, nos percatamos como en las zonas de conflicto militar se agrede a mujeres y niños de forma brutal y sistemática, lo que nos motiva a fijarnos en la categoría humanidad y en su carga espiritual que nos distingue del resto de los animales, vida espiritual, la cual está sustentada en los principios, que contienen valores esperanza, humildad, justicia, amor, igualdad, libertad, solidaridad, comprensión, cooperación.

En nuestro hoy, observamos al imperio más asesino de toda la historia de la humanidad, que se mueve entre las tendencias del caos global y el fascismo y está matando la convivencia social y anulándola en principios y valores que la humanidad ha forjado a través de toda su historia.

En esta guerra en sus diferentes manifestaciones, militar, económica, financiera, cognitiva, informativa, comunicacional, biológica, se está haciendo muy difícil mantener los principios y valores que los pueblos han practicado por años, situación que nos reta a incluir en nuestra lucha revolucionaria la lucha por la espiritualidad humana.

Nuestro hoy y nuestra patria

En nuestro hoy, en nuestro país, la intervención del poder corporativo unipolar se proyecta a través de la narrativa del odio contra el proceso bolivariano, contra el presidente Nicolás Maduro, y vemos como se agudiza en esta coyuntura electoral.

La oposición lacaya al imperialismo ha tomado la economía como campo de batalla, con su narrativa con guion imperial pretenden dominar la conciencia popular, motivo por el cual el Gobierno Nacional ha venido abriendo y ampliando las relaciones con grupos y con organizaciones de la sociedad en su conjunto buscando lo que es su visión estratégica: LA PAZ.

Nuestro hoy, nos impulsa a dialogar, al encuentro entre lo diverso y lo disperso, pasos flexibles que la coyuntura nos exige para asegurar la unidad en esos tiempos de cambios y de amenaza a la patria, tiempo en el cual el imperio corporativo unipolar será agresivo en sus tácticas para alcanzar su objetivo estratégico en la América Latina.

Esto es razón que nos debe convocar a unir nuestra narrativa y a la vez alejarnos de disputas estériles, como nos aconsejo el comandante Fidel Castro en sus Reflexiones: “no es tiempo de discutir en que sistema queremos vivir; es tiempo de unirnos para defender la permanencia de la vida humana en este planeta”.

Rol de las revolucionarias y los revolucionarios

Esto nos obliga a las revolucionarias y revolucionarios a concentrarnos en buscar la unidad de las y los antiimperialistas, antifascistas, defensores de la soberanía, luchadores por un sistema justo e igualitario, a fin de poder defender este proceso en todos sus espacios, ante estos cambios profundos y acelerados, consientes que la unidad es nuestra arma táctica y estratégica que nos conducirá a la victoria.

“Nuestras tareas deben ser la ideología, el debate de todos los días, la batalla de las ideas, la artillería del pensamiento, el trabajo voluntario, la incorporación a la praxis, a la solución de problemas, a la atención de los más débiles, la creación de la sociedad del amor, de una nueva espiritualidad, de una nueva base moral y ética” HUGO CHAVEZ

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MARTA ORTEGA

Fuerza24

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