Miguel A. Jaimes
En las décadas de 1980 y 1990 en la zona de El Furrial (estado Monagas) y en otros campos, los trabajos se exageraron en tiempo y con ello se fueron cientos de recursos. Solo se quería estar en lo bueno sin explotar otras áreas necesarias de gran interés.
Los mismos que dirigieron estos tardíos proyectos y que no tuvieron la visión de hacer crecer la industria petrolera, estratégicamente fueron los que después comenzaban a dirigir la industria y su ministerio. Era la dirección de la industria, conspirativa, golpista la de los hechos en los años 2002 y 2003.
Nos hicieron creer que eran los dioses del conocimiento y posteriormente después del paro―sabotaje petrolero y golpe de Estado del 2002 y 2003 reclamaban y preguntaban por qué se habían ido a trabajar a otros países, otros los contrataron.
Esto, ayudó a derrotar a la industria petrolera venezolana, que otros conocieran nuestras decisiones estratégicas, reservas, fortalezas y debilidades y se montaron en sacarnos del juego de nación productora. Nos golpearon en el hígado una y otra vez hasta derrotarnos.
Los planificadores del desastre tenían una industria que la presentaban como modelo, al producir a partir de 1973 más de 3.800.000 barriles al día, récord insuperable hasta ahora. De eso muchos pensaban que era tremendo logro y que esa producción abría caminos para arruinarnos porque siempre violábamos nuestras cuotas asignadas por la OPEP. Durante décadas Venezuela fue un país violador de cuotas.
Éramos un país libertino en cuanto a nuestra producción la cual llegó a ser irresponsable. Violatoria de todos los acuerdos firmados, suscritos y aprobados en Viena donde asistíamos formal, deliberada y ligeramente a firmar lo que no cumplíamos.
En 1996 los trabajadores de la industria se morían de hambre, los salarios no alcanzaban para nada, y si, era cuando se producían 3.400.000 barriles diarios, pero contribuimos desde Venezuela a que los precios del crudo estuvieron disminuidos a 6,2 dólares y el barril de crudo que le vendíamos a CITGO, lo enviamos con dos dólares menos por barril, es decir a 4,2 dólares.
Con esto los principales grandes culpables que los precios del crudo estuvieran en el piso era Petróleos de Venezuela, pues jugaba con los precios impactando el mercado petrolero internacional.
En la primera visita que hiciera el presidente Hugo Chávez a los países árabes, sus mandatarios y ministros de petróleo reclamaron las ligerezas de Venezuela y de cómo éstas habían influido en el mercado global con los precios del crudo.
Venezuela era un país desenfrenado, nuestra cuota diaria de producción era de 2.300.000 y producimos 3.400.000 es decir 1.100.000 barriles más. Allí es cuando el presidente Hugo Chávez dice: vamos a cambiar, vamos a tomar acciones y esas acciones originaron los duros sucesos del 2002 y 2003.
Con esto saltó Norteamérica, por detrás brincaba para que su suerte en el mundo no cambiará. Para su sorpresa, se cerraron los campos de San Tomé, Morichal, el Norte de Monagas, en Zulia, en total se cerró la extracción de 600.000 barriles/día. Y cuando Venezuela saca el excedente los precios se estabilizaron internacionalmente.
Hasta más pronto…
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