La Rebelión cívico-militar del 4 de febrero de 1992, aquella madrugada, revivió la esperanza maltratada de un pueblo, en donde el país se levantó en medio de una rebelión de militares, quienes intentaron dar un frenazo al colapso en el que las clases dominantes habían sumergido al país.
Recordar hoy los 33 años de la rebelión cívico militar y policial, para el pueblo venezolano, tiene un gran significado.
Lo recordamos como ese levantamiento popular de todas las fuerzas vivas del país, acompañados por soldados patriotas que le dijeron ¡basta! al paquetazo neoliberal imperialista de los Estados Unidos mediante las famosas recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el país y las políticas neoliberales aplicadas por el gobierno de Carlos Andrés Pérez, que arrastraban las secuelas de tres décadas del puntofijismo.
Allí surgió una de las más célebres frases del Comandante Hugo Chavez «Por ahora los objetivos no han sido alcanzados», palabras que se convirtieron en la esperanza de un pueblo. Un pueblo que hizo luego célebre la espontánea consigna popular que se expandió por todo el país: «Viva Chávez, carajo!».
En Venezuela se conmemora desde entonces esta fecha como el Día de la Dignidad Nacional, en recuerdo de la fecha de rebelión cívico militar y policial que encabezó el Comandante líder de la Revolución Bolivariana, considerado como el alzamiento de la voz del pueblo contra el neoliberalismo y capitalismo contra el mandato de un presidente adeco quien fue, precisamente, el primer Jefe de Estado venezolano destituido de su cargo en 1993.
Es así que con esas primeras palabras de valentía, coraje y liderazgo que salió a los medios de comunicación, el Comandante Chávez asumió la responsabilidad del movimiento militar, que abrió el sendero de la Revolución Bolivariana y adelantó la entrada de Venezuela a la Revolución del siglo XXI.
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Hoy se abren grandes espacios para los nuevos liderazgos, hay que continuar renovando todo, se deben conformar las nuevas identidades donde los líderes surjan desde las bases, donde se combinen los factores, y se den oportunidades para que esos líderes estén enmarcados en las nuevas exigencias de esta etapa que sera planificada y programada para asegurar los próximos triunfos de la Revolución.
Es por esto que debemos apoyarnos todos, trabajar en equipo apoyar a los demás que sean innovadores qué sean capaces de lograr un mejor crecimiento y que tengan presente el «Por Ahora” del Comandante eterno Hugo Chávez como estimuló a un pueblo digno el cual hizo resurgir la esperanza.
El 4 de febrero de 1992 cambió por completo el rumbo político del país y la vida de los venezolanos y las venezolanas, marcando el camino para la construcción de una verdadera democracia y el nacimiento de una revolución, la Bolivariana.
Nos toca decir con mucha fuerza «Viva Chávez Carajo».