Por: Legislador Lisbenio Muñoz
Al sol de hoy, ya han pasado 67 años de aquel 23 de Enero donde el pueblo, en unión cívico militar, salio a las calles a conquistar sus derechos democráticos, económicos, sociales y políticos.
Son múltiples aspectos que caracterizaron la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, los cuales son esenciales en el derrocamiento de la dictadura, sin duda alguna el poder autoritario del capitalismo.
Un gobierno solo de las fuerzas armadas sin ningún tipo de alianza ni mucho menos acción conjunta con movimientos de masas de contacto con el pueblo.
Cuarenta años duró la traición del 23 de Enero.
Una vez derrocada la dictadura, el pueblo fue traicionado por los gobiernos de la IV República donde se destacaron torturas desapariciones fusilamientos persecuciones, pactos de partidos como los recordados «Pacto de Punto Fijo» y «Pacto de Nueva York».
Fue con la llegada de nuestro Comandante Hugo Chavez Frías con quien se enarbola la bandera de la democracia participativa y protagónica para que más nunca sea traicionada.
La traición no es una consigna, es una valoración histórica, hoy nuestro pueblo en resistencia activa contra las medidas anidemocráticas y represivas ha venido desarrollando planes y programas para el fortalecimiento de la democracia protagónica y participativa en el marco de justicia y de respeto.
Es por esto y con mucho entusiasmo que nos formamos, movilizamos y nos organizamos junto al pueblo con su ímpetu de lucha ante las adversidades.
El Presidente Nicolás Maduro nos ha orientado defender la patria de los enemigos que no creen y no reconocen a al pueblo.
Nuestro Presidente hoy nos llama a prepararnos para la defensa, es por eso que hoy tenemos un Gran Escudo la Fusión Popular, Militar y Policial, construyendo la fusión que debe existir para fortalecer a nuestra patria para evitar que vuelva a aparecer el fantasma de la traición y así garantizar la paz y la democracia.
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